Historia de Zabalortu

Breve historia de Zabalortu
"Semillas para un bien común"
Poniendo semillas en el barrio de Zabalgana.

Antes de 2010 las asociaciones de vecinos/as ya habían detectado en el barrio una demanda de espacios para huertos urbanos ecológicos. Esta primera idea fue tomando cuerpo y concretándose en diferentes actuaciones.


En 2011 dentro de la iniciativa artística Inmersiones que agrupa a artistas de la ciudad  (ese año Inmersiones trabajó sobre “Ecocultura, naturaleza, arte y ciudad”), se realizó una plantación simbólica en una de las parcelad en desuso del barrio.


Algunas de las personas que participaron en aquella plantación, junto con las asociaciones Zabalgana Batuz y Pasabidea  y otras personas que se fueron sumando a la iniciativa, se plantearon seriamente la posibilidad de impulsar un proyecto de huerto ecológico y auto gestionado en el barrio.


Una vez consolidado el grupo promotor empezaron los contactos con personal técnico del CEA que valoró positivamente la idea. Entre los aspectos más visibles del proyecto estaba nuestro deseo de innovar en el modelo de gestión. Pensábamos desde el principio que lo que convenía al barrio era un sistema auto gestionado y comunitario.


Las maquinas pesadas preparando el terreno en Zabalgana.

Nuestro diagnóstico era que lo fundamental en el barrio, el conocimiento y la relación entre vecinos, aún estaba por construir y que un equipamiento de estas características podía ser un hito en esa dirección.


Se iniciaron en ese momento las labores de búsqueda de la parcela adecuada y se emprendieron una serie de acciones de información y sensibilización: asambleas, charlas, página en internet http://www.zabalortu.eus fiestas y encuentros, etc.


Al inicio de 2013 y tras varias reuniones con responsables del departamento de medio ambiente y CEA, se llegó al acuerdo de seleccionar la parcela ED02 del sector 5 de Aldaia entre tres parcelas destinadas a equipamiento, valorándose como criterios de selección aspectos como el soleamiento, la planitud, la protección de viento, la proximidad a sistemas fluviales y la centralidad en el barrio con la posibilidad de articularse con el resto de equipamientos.

Actividad promocional en las huertas.

Un punto de inflexión en el proyecto fue la formalización del grupo promotor como asociación legalmente constituida, ya con el nombre de Zabalortu. Esto ocurrió a principios de 2014. Desde ese momento hasta hoy la asociación no ha dejado de aumentar en número de socias y socios. Puede decirse a ese respecto que la socialización del proyecto en el barrio ha sido un completo éxito.

Desde el grupo promotor se planteó la necesidad de redactar una relación razonada de necesidades y recursos básicos y deseables para llevar a cabo materialmente el proyecto en la parcela acordada.

Se creó para ello una comisión técnica, la cual a lo largo de un año mantuvo una interlocución directa y reuniones periódicas con técnicos del ayuntamiento, del CEA y del departamento de espacio público.

Las huertas

Se alcanzaron una serie de acuerdos que ajustaban los deseos, necesidades y prioridades de Zabalortu a la partida presupuestaria asignada al proyecto.

Mediado 2014 salió a concurso público la obra de adecuación de la parcela en base al proyecto consensuado entre Zabalortu y el ayuntamiento. En octubre de 2014 la empresa adjudicataria entregó al ayuntamiento la obra finalizada.

A principios de 2015 el ayuntamiento sacó a concurso la gestión del huerto, resultando adjudicataria la asociación Zabalortu para un período de cuatro años.

Para esa fecha Zabalortu ya había realizado una campaña para la adjudicación de las parcelas a vecinos/as y asociaciones en base a criterios de agrupación y compromiso. Cuanto más grandes fueran los grupos presentados y cuanto mayor el nivel de compromiso de los participantes (pertenencia activa a asociaciones, etc.) mayor puntuación obtendrían para hacerse con una de las parcelas.

Zabalortu se enorgullece de que una infraestructura tan modesta como ésta esté actualmente ofreciendo servicio a más 150 familias del barrio.

Situación actual
La pérgola con sus bancos de palets.

Zabalortu en la actualidad ha desarrollado tres aspectos principales de su proyecto:


a) ha acondicionado la parcela y utensilios precisos de los huertos, 

b) adjudicado los usos de cada uno y 

c) ha implicado a estos vecinos/as para que la autogestión sea una formula participada y comunitaria mediante comisiones de informática, actividades, ornato, formación, etc.


De esta forma, se han realizado trabajos que implican a las personas y además ofrecen actividades socio cultural al barrio, de tal forma que han transcurrido varios meses de gestión con resultado destacable de implicación de personas y colectivo, así como visión social y comunitaria, actividades de gran potencialidad.


En resumen, se han aprovechado los espacios, parcelas y más de cincuenta huertas mediante la siembra, cuidados y recolección de alimentos, dentro de la temporada (mayo a octubre) así como presentaciones, fiestas, cursos, talleres infantiles y para adultos, charlas, etc.


También se han realizado otras actividades por parte de otros colectivos rentabilizando el espacio, capacidad de llamada, iniciativa e implicación de sus componentes.


Por otra parte, ha resultado muy recurrente, llamativo y atractivo para el resto del barrio, para otros barrios y para colectivos o personas de otras zonas, agricultores, promotores de huertos, de otros barrios y formas de cultivo, salud o alimentación, generando relaciones y capacidad de formar y desarrollar actividades lúdico culturales para toda la ciudad.


Junto a dichas potencialidades el grupo promotor a adquirido experiencia contrastada y ha recogido tras debates su ilusión por el desarrollo del proyecto en toda su extensión social, integradora, comunitaria y cultural, pero con las limitaciones actuales tanto por los costes de mantenimiento (luz, agua, aperos) como por las dificultades en las actividades formativas y culturales en cuanto a pago de tasas por ocupación de vía pública, equipos, materiales o difusión.

Dichas limitaciones han cercenado la capacidad de desarrollar el proyecto con mayor ambición, para lo cual se ha desarrollado un debate interno y con otros colectivos, siendo la conclusión que la posible colaboración municipal (vía convenio) podría aprovechar y rentabilizar este potencial.

Oportunidades clave y retos
Fiesta solsticio 2017

Los huertos urbanos hoy en día no sólo están vinculados a la producción de alimentos, sino que responden a nuevas necesidades sociales de ocio y de recuperación del contacto con la naturaleza, y se han reconocido sus funciones ecológica, social, didáctica, de ocio, productiva, estética (ornamental), terapéutica, cultural además de su importancia en la mejora de la gestión territorial .

Los huertos urbanos suponen por lo tanto una manera de oxigenar la ciudad, además de crear espacios de diversión y ocio para una parte importante de sus habitantes.


El valor y el potencial educativos de estos espacios es muy elevado: son una forma de sensibilización del ciudadano, especialmente para las franjas más jóvenes de la población (como el barrio de Zabalgana) que a menudo nacen y crecen desarraigadas del mundo rural, y ofrecen además una oportunidad de participación activa, favoreciendo los valores comunitarios y las relaciones intergeneracionales (precisamente una carencia a suplir en Zabalgana).


Los huertos urbanos están destinados a la producción de hortalizas para el autoconsumo, y generalmente se prohíbe la explotación de las parcelas para fines comerciales y profesionales.

Sin embargo, los huertos urbanos pueden contribuir a la promoción de los productos locales, y la administración (sea o no propietaria de la instalación) debería promover iniciativas como la organización de actos populares, ferias o mercados de los productos locales relacionados con los huertos urbanos.


Responde principalmente a la satisfacción de las necesidades de ocio, entendimiento, participación e identidad de barrio, generando una serie de efectos positivos sobre el bienestar, las condiciones ambientales y espaciales del entorno (calidad ambiental) y las necesidades de apropiación, participación y sociabilidad (identidad cultural).

La consolidación tanto de los huertos como del proyecto comunitario de Zabalgana se encuentra en boca de muchos vecinos y vecinas.

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